Nuestro logo
Diseñado por Arthur Herrisson , nuestro logotipo va mucho más allá de una simple representación gráfica. Encarna una filosofía artística: la de lo inacabado, el potencial latente y el movimiento perpetuo. A primera vista, observamos una colección de puntos blancos y negros, "no colores" que se desvían de los códigos habituales del arte coloreado. Esta elección cromática minimalista no es insignificante: remite a la idea de neutralidad, a un vacío creativo que espera ser llenado, pero también al contraste entre el todo y la nada, entre lo visible y lo invisible.
Estas pastillas están dispuestas de forma aparentemente aleatoria, en un "desorden organizado" que refleja la naturaleza impredecible del proceso creativo. Cada pastilla representa una obra o un fragmento de obra, no fija, sino en proceso de creación, en constante mutación. Esta disposición evoca el flujo de ideas que nacen y desaparecen, algunas en pleno desarrollo, otras en estado embrionario. No se trata de una colección completa, sino de una en proceso de creación, en construcción, que simboliza la búsqueda continua de nuevas formas y nuevos procesos artísticos.
El logotipo también se concibe como un medio en sí mismo: invita a la reflexión sobre el arte y su evolución, sobre cómo una obra nunca está realmente "terminada", sino que siempre está sujeta a reinterpretaciones, transformaciones y añadidos. La ausencia de colores brillantes refuerza esta idea de un fondo neutro, abierto a la proyección de la imaginación de cada persona. Cada espectador está invitado a llenar este aparente vacío, a dar sentido a las formas incompletas, a ver en ellas lo que desea, a interactuar con lo inacabado.
En resumen, el logotipo diseñado por Arthur Herrisson es tanto una representación visual como una declaración de intenciones. Desafía las convenciones estéticas tradicionales al rechazar la completitud y la perfección, y abraza la diversidad de los procesos creativos, la idea de que el arte es un camino infinito, siempre en exploración.